III

El silencio se yergue
oprobioso
invadiéndolo
ocupando como mongol desquiciado
arrasando
el último ápice
de sonido.

este se evanesce
atribulado
asustado
cohibido
minúsculo ante el omnipotente.

un evohé postrero
asoma en la lejanía,
glorificación macabra
a un desaparecido.

Se acabó,
vencedor el silencio
se enseñorea
se crece
se muestra en toda eterna su gloria
y reina
en el interior
del soterrado
féretro.

No hay comentarios: