XXIX

Sólo su amistad
llena los recónditos deseos
que me atormentan.

Llueve sobre el corazón
y la lluvia comprensiva
arrastra lejos las sombras de la soledad
el temor a la luz
la sombra de la duda.

Queda lejos el momento crucial
en que todo acaba y nada permanece
porque el ayer se impone
y el mañana no llega
acabando con el desamor
reinando la vida
como el caracol reina en el mar.
Suave es la mañana
cargada de la incertidumbre sobre la existencia
del ayer
que recordamos con nostalgia
temblorosa
y temor de encontrarnos
con una nueva ilusión.

Pero los recónditos deseos
esos deseos que me atormentan
se llenan con su amistad.

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